Si que es cierto que suena como a demasiado lejos, un sitio misterioso donde alguno le puede entrar el miedo a perderse.
Pero no hay que temer nada, aunque sea un lugar donde no mucha gente que conozcáis haya estado, ya que no es el típico destino y no muchos lo escogerían para pasar unos días de vacaciones
(error sin lugar a duda).
Yo sinceramente soy una persona que pretende ver lo máximo posible del planeta tierra, y cuanto más extraño mejor, poco a poco me va gustando más este tipo de viajes.
La verdad que la información que voy a postear puede haber variado, ya que realicé este viaje en marzo de 2017, estoy más que segura de que en estos 3 años han habido muchas cosas que habrán cambiado, sobre todo a mejor.
¡Por lo que comencemos con esta aventura!
Puede que mucha gente sepa indicar en el mapa dónde está Transilvania, pero muchos otros no... y seguramente tampoco tendrán mucha información y no saben que no es una ciudad como tal o un bosque, como yo me creía hace muchos años, sino que se trata de una región bastante grande que se encuentra situada en el medio del país de Rumanía.
Puede que también la gente solo crea que ahí se encuentra unicamente el castillo de Drácula, pero la verdad es que es un lugar que tiene un montón de ciudades de origen medieval... y con unos paisajes naturales bastante impresionantes.
Puede que en países de la zona occidental europea, se pueda tener una imagen un poco tergiversada de los ciudadanos rumanos, ya que en el momento que llegas ahí, con mi total sinceridad intentan y son bastante amables con los turistas, y con los españoles es bastante fácil que se comuniquen ya que la gran mayoría sabrán decir algunas palabras en español, si no es que hablan español directamente, y es bastante interesante su lengua ya que proviene del latín y hay momentos en los que te parece que estén hablando una mezcla de italiano, español y francés al mismo tiempo.
Brasov
Este lugar se encuentra escondido en la región de Transilvania, se trata de una ciudad con carácter histórico, la cual te recibe con los brazos abiertos y con su famoso letrero de la ciudad situado en los montes Cárpatos, como si de la señal de Hollywood se tratara.
A mi me llamó especialmente la atención porque soy una curiosa de la historia, y ver edificios donde se puede ver la marca de la época gótica, medieval o incluso de la segunda guerra mundial, pues me encanta, y donde sientes que las paredes quieren contarte miles de historias olvidadas a lo largo del tiempo.
La verdad es que nosotros en Rumanía fuimos muy pocos días por lo que aquí solamente voy a resaltar aquellos lugares que se deben o pueden visitar si tienes muy poco tiempo para realizar este viaje.
Como ya mencioné antes, una de las zonas más bonitas de esta ciudad será el casco antiguo donde te encontrarás rodeado de edificios renacentistas, góticos o barrocos, esta ciudad fue fundada en la Edad Media, para que hubiera una mejor comunicación entre Oriente y Occidente.
Si empezáis el recorrido por la famosa plaza Sfatuli, podréis ver el ayuntamiento el cuál hoy en día es donde se encuentra el museo de historia, rodeada de edificios muy pintorescos con tejados rojos.
Cerca de la plaza se encuentra la Iglesia Negra, que es la iglesia gótica más importante y que también es la que tiene la campana más grande en toda la nación.
La strada Republicci se trata de una enorme calle donde se sitúan muchos de los comercios y restaurantes, con precios bastante asequibles para cualquier bolsillo y de muy buena calidad.
Y otro de los lugares que también es obligatorio visitar si venís a esta encantadora ciudad es a la calle supuestamente más estrecha de todo Europa, llamada Strada Sforii.
Debido a que yo fui en la época de marzo, he de reconocer que hacía un frío terrible y no fuimos a ver una de las mejores vistas de la ciudad que se localiza en el monte Tampa, ya que había que recorrer un sendero o la opción de coger el funicular, pero nos resultó que hacía demasiado frío como para hacer eso, pero tiene muy buena pinta y si se os ocurre ir en época de más calor, seguro que hay unas vistas magníficas.
Mucha gente no lo conocerá como su nombre verdadero, ya que es más popular por ser el castillo de Drácula, un sitio lleno de leyendas y donde mucha gente cree que el famoso vampiro vivió, cosa que en el museo te explican bastante claro que es una historia ficticia por si acaso hay alguno que todavía lo duda.
Este edificio construido en el siglo XIV, es una visita imprescindible, es un castillo donde llegó a alojarse alguna vez un gobernante rumano llamado Vlad, el cual era famoso en la época por empalar a sus enemigos... aunque esto no tiene nada relacionado con la historia de Drácula, ya que la novela del mismo unicamente utilizó este castillo como el prinicipal hogar del personaje principal de la historia ficticia, debido a las instalaciones y lo tenebroso que puede ser el lugar.
El edificio tiene un patio en su interior que es abierto y la verdad que también cuenta con unas vistas bastante buenas del paisaje de la Transilvania profunda, donde se pueden ver pueblos entre las montañas y queda todo muy de cuento ;)
La verdad que la entrada recuerdo que para ser Rumanía me resultó un poco cara, puede que fueran alrededor de 10€ sin guía y comprándolo directamente ahí.
Después de hacer esta visita te recomiendo que vayas a comer o cenar a los alrededores, existen muchos pueblos muy pequeños por la zona y nosotros decidimos ir a un restaurante que se veía como un mesón en España, tipo de buena calidad, y la verdad que éramos los únicos turistas en el restaurante, e incluso pensábamos que nos iba a salir un poco más caro el comer ahí, ya que tenían una gran variedad de carnes que eso por lo general suele ser de un precio más elevado.
Nos llevamos una grata sorpresa ya que la calidad y el precio era excelente, un plato lleno de variaciones de carne de buena calidad y deliciosa, si mal no recuerdo nos costó 7€.
Y también en Rumanía verás que una de las cosas más típicas serán las sopas, por lo que no puedes irte de ahí sin haberte tomado una de estas.
El mici sin duda es algo muy típico que comer, es una especie de salchicha (que no tiene nada que ver en verdad) que para mí es de mis carnes favoritas, ya la había probado con anterioridad en una barbacoa de unos vecinos míos que son rumanos, y la verdad que es una de las mayores delicias que jamás podrás olvidar.
En esta zona muy cerca de Brasov, se encuentra otra de las atracciones turísticas más populares de todo el país.
Se trata del Castillo de Peles, que en mi opinión, le da mil vueltas al Castillo de Bran, principalmente porque para poder acceder a este sitio, tuvimos que andar un sendero en medio de la montaña, rodeado de altos árboles.
Existen varias formas de llegar, si mal no recuerdo había dos caminos, uno mucho más corto y otro largo, nosotros hicimos el largo pero por pura ignorancia, pero la verdad que este es mucho más bonito y lo más espectacular es cuando al final del sendero ves como entre los árboles aparece este magnífico castillo, que impone, por su arquitectura y colores.
Fue construido para el Rey Carlos I de Rumanía y su esposa, como residencia de verano allá por finales del siglo XIX.
Es muy curioso ya que fue el primer castillo de toda Europa en tener calefacción central, ascensor y electricidad propia, sistema de aspiración para la limpieza entre otras cosas.
Después en los años 40, pasó a ser museo cuando llegó a las manos del régimen comunista.
Este castillo le hace muy especial por esa combinación de estilos neo renacentista, rococó, neobarroco, algún toque oriental...
Os recomiendo que miréis bien el horario de este sitio para cuando estéis organizando los días del viaje, ya que este sitio cierra los lunes y los martes y podrían variar estos horarios dependiendo de los meses.
Mucha gente cuando viaja a Rumanía, solamente se queda a pasar unos días en la capital de la ciudad sin visitar nada más, pero a mi parecer es un error bastante grande ya que a mi me gustó muchísimo más la parte rural de este país.
En Bucarest vas a estar sí o sí, ya que es el principal centro de vuelos aéreos, y yo solamente le dedicaría como mucho un día o dos como máximo, ya que no hay muchísimas cosas que ver como en otros lugares.
Seré sincera y a mi me aburrió un poquito, no sé verdaderamente la razón, si que es cierto que la ciudad no está en sus mejores condiciones, pero hay que recordar que este país no ha tenido un pasado fácil, para que engañarnos.
La gente en Bucarest no les ves tanto sonreir como si que lo podías ver en los pueblos de otras regiones, la ciudad la vi un poco apagada, y pasear por ella y sus calles a veces me quería recordar a la segunda guerra mundial, visualizaba como podía haber vivido esta ciudad esa época tan negra, ya que muchos edificios te daban la sensación de que eran de ese tiempo completamente.
Hay muchos parques muy bonitos a los que se pueden ir a visitar y pasear, aunque si vas en marzo como yo, solo tendrás ganas de refugiarte en un lugar cerrado a menos que hiciera sol.
Pero el sitio que 100% hay que ir a ver, es el Palacio del Parlamento, que la verdad tiene una historia detrás bastante interesante y que seguramente mucha gente en España ni tan si quiera habrán oído hablar de algo parecido.
Resulta que fue una construcción mandada por el dictador Nicolae Ceaușescu, que Rumanía tenía por los años 70-80. Este señor pretendía levantar este edificio, que la verdad da mucho respeto porque es tremendamente grande, en fotos no se puede apreciar, pero de verdad que tiene unas dimensiones que dejan la boca abierta y encima en todo el corazón de la ciudad de Bucarest.
Este dictador echó a 40 mil familias de sus hogares, sin darles ayuda alguna, para poder utilizar dicho terreno para la construcción de la Casa del Pueblo, como él lo hacía llamar.
Utilizó la mano de obra de mas de 20 mil personas las cuales se encontraban arquitectos e ingenieros, que trabajaban en pésimas condiciones 24 horas al día durante 5 días seguidos.
Y bueno, la verdad que solamente con apreciar este edificio se puede ver el carácter comunista que tuvo esta zona de Europa.
Para los más curiosos os cuento que al final, el pueblo rumano decidió hace 30 años, que no querían tener más a Nicolae Ceaușescu en el poder, ya que solo había traído desgracia a la nación y genocidio, y se le ejecutó junto con su esposa de manera pública, y cuando digo que se hizo de manera pública me refiero a que el fusilamiento fue fotografiado y grabado y se mostró por todo el mundo.
Terminando así la última etapa de la dictadura comunista en Rumanía.
Sí, rotundamente sí, creo que no será el viaje de tu vida para muchas personas, pero si que es un viaje que te hace abrir un poco más la mente y que no es a lo que solemos estar acostumbrados en la Europa occidental.
Estoy segura de que este país tiene muchísimas más cosas, que yo no tuve el privilegio de poder ver, aunque espero poder volver algún día para adentrarme un poquito más en la naturaleza del mismo, ya que es de las cosas que más me llamó la atención.
Creo que las recomendaciones que he dado solamente dan para un viaje de entre 3-4 días, o sea ser que sería más bien una escapadita, pero que sin duda aunque sea poco tiempo aprenderás un montón de historia y curiosidades, y seguramente veas a los rumanos de otra forma si es que se diera el caso de que antes tenías algún prejuicio sobre ellos.
Creo sinceramente que se deberían de dar más oportunidades de elegir a estos destinos del este de Europa, a la hora de pensar en un viaje, ya que creo que solamente puede aportar cosas buenas, que son cultura, buena comida, precios muy baratos y aprender un poquito más de nuestra historia ya que estas zonas deberían de tener el mismo valor que le damos a la historia o lugares de Francia, por ejemplo.
¡¡¡Por lo que un fuerte aplauso para Rumanía!!!
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